Nos referimos a la ristra de 20 ó 30 bombillas de Navidad, pequeñas y montadas en serie sobre un cable de unos 4 metros de largo. Proporcionan unas mini luces de colores para adornar el arbol de Navidad y otros motivos decorativos propios del mes de diciembre.
La electricidad doméstica se suministra en algunas regiones a 220 voltios y en otras a 110. Si sobre un cable eléctrico determinado montamos en serie 25 mini bombillas de colores, cada una de ellas estará funcionando a unos 9 voltios y a unos 4,5 en el caso de los países con suministro a 110.
El fabricante, persiguiendo su propio interés y lo que quizás desean la mayoría de los clientes, fabrica unas bombillas de precio bajo que deberán reemplazarse casi cada año. Esto es así porque sólo con que se funda una bombilla de las 25 ya se apagan todas, puesto que están conectadas en serie. Para los lectores poco familiarizados con estos tecnicismos, explicaremos que cada una de estas bombillas tiene dos patas de alambre de cobre. La electricidad entra por una de ellas, atraviesa el filamento interno de la bombilla y sale por la otra pata. Alli se conecta un trozo de cable eléctrico normal de aproximadamente un palmo de largo que viaja hasta la siguiente bombilla. Como todos los cables eléctricos que se usan en el interior del hogar, éste esta recubierto de plástico aislante.
También están recubiertos de unos canutillos de plástico removible las zonas de empalme del cable con cada una de las mini bombillas. Tras haber desconectado el conjunto del suministro eléctrico, podemos apartar uno a uno esos tubitos de plástico aislante e ir puenteando cada una de las bombillas por riguroso orden hasta dar con la que está dañada y provoca que todas estén apagadas.
Al puentear las patas de una bombilla permitimos que la electricidad pase directamente hacia las siguientes, aunque el filamento pudiera estar fundido. Cuando conectemos el conjunto y se ilumine es que estamos puenteando la bombilla que buscamos. Si no es así, deberemos DESHACER el puente y pasar a la siguiente bombilla.
La bombilla dañada se puede sustituir por otra de una ristra deshechada de años anteriores, siempre que ambas sean razonablemente iguales en su comportamiento eléctrico. También se puede omitir y dejarla puenteada, con lo que en vez de 25 mini bombillas tendremos 24. Esto hará que todas den más luz y acortará su vida, pero sigue siendo una solución aceptable.
Como medicina preventiva, los más veteranos en este tipo de montajes añaden unas 5 bombillas a la ristra de 25 incluso cuando la montan por primera vez y aun no se ha fundido ninguna. Cada una de ellas dará menos luz, pero sigue siendo suficiente y alarga la vida del conjunto considerablemente ya que reduce el sobreesfuerzo que normalmente se le encomienda a cada bombilla.
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