UNA CUESTION DE GUSTOS
Más allá del ahorro o el gasto que cada sistema supone, y que veremos a continuación, estamos hablando de un asunto dominado por los gustos y la satisfaccón sicológica. Muchas personas prefieren que sus chimeneas o estufas de hierro con embellecedores estén a la vista, otros se sienten más cómodos si su sistema de calefacción no se ve ni se oye. Puede haber miles de gustos diferentes, pero desde el punto de vista de la fría técnica, sólo hay dos sistemas para calentar nuestra casa, por convección y por radiación.
CALEFACCION POR CONVECCION (POR AIRE)
Consiste en máquinas que calientan el aire en su interior y después lo recirculan por las diferentes habitaciones. El principio de funcionamiento es exactamente el mismo que usan los equipos de refrigeración para recircular el aire frio en verano empujándolo mediante turbinas silenciosas y conductos especiales por toda la casa. Un equipo pequeño puede dar servicio a una sola habitación. Lo específico de la convección no es la forma de energia que se utilice , que puede ser gas, electricidad, fuel, o cualquier otra, sino como se distribuye después por la habitación o la casa.
CALEFACCION POR RADIACION
El mejor ejemplo sería la tradicional chimenea de madera o carbón. El aire caliente escapa por la chimenea y sólo aprovechamos la radiación que sale en dirección a la estancia. El calor viaja aquí de una forma análoga al del sol cuando alcanza nuestra piel en una playa.
Otro ejemplo tradicional serían los radiadores de agua. El agua caliente es lo que viaja por todo el edificio y cada radiador , en su estancia, materializa los últimos metros de ese viaje en forma de radiación. En la práctica, este sistema permite utilizar una caldera muy distante, hasta cientos de metros si fuera necesario. Por ese motivo y por el particular desarrollo histórico, podemos verlo basado en carbón, madera, keroseno, además del gas o el fuel.
COMPARATIVA
Algunos prefieren la regularidad del aire forzado por convección, mientras que otros encuentran agradable la sensación de la radiación sobre la piel. El primer sistema tiene la ventaja de que toda la maquinaria e instalaciones son compatibles con el aire acondicionado para el verano y el inconveniente de que reseca demasiado el ambiente. El segundo puede repartir el calor de una manera demasiado desigual. En la práctica, ambos sistemas se acostumbran a mezclar, de forma espontanea o provocada, con lo que la percepción de los usuarios se hace menos extrema.
TEMPORIZADORES Y TERMOSTATOS
El limitar las franjas horarias en que funcionará la calefacción mediante un temporizador o la franja de temperaturas mediante un termostato puede llegar a reducir la factura por energía a tanto como la mitad. Dedicar unas horas al diseño del conjunto es la mejor inversión. En pocas cosas como en la calefacción será tan rentable que el usuario final se involucre en la realización de las tareas.