Además de las herramientas que comentamos el otro día, el mundillo de las reparaciones domésticas y la decoración ofrece multitud de ideas de regalo que permiten fácilmente alcanzar objetivos como:

  • Regalar un objeto muy barato pero ingenioso y que dará servicio durante muchos años al destinatario del regalo.
  • Regalar un objeto caro o muy caro pero que, dada su gran utilidad y su capacidad de sustituir otros pagos o gastos no parezca un derroche de dinero en estos tiempos de crisis.
  • La lista de los objetos que integran el primer grupo se puede encontrar en nuestro capítulo herramientas imprescindibles.

Los objetos más valiosos están encabezados por el omnipresente banco de trabajo. Algunos son de aluminio, plegables pero ofreciendo todas las prestaciónes de un banco de trabajo profesional. Muchas personas desearían tenerlo y su economía personal se lo permite pero no acaban de encontrar fuerzas para autojustificarse esa inversión. Si se lo regalamos nosotros, les estamos haciendo un favor que va mucho más alla del valor material del objeto.

En segundo lugar, tendríamos la estantería de pared con alojamientos especiales para todo tipo de herramientas.

El tercero sería lo que coloquialmente se conoce como "el tornillo", que se sujeta fuertemente al banco o mesa de trabajo. En su parte superior tiene algo parecido a la mandíbula de un animal, tornillo banco de trabajo.jpggobernada por un tornillo grande, manejable a mano, que aprieta cualquier objeto que coloquemos en él para poder serrarlo, limarlo, taladrarlo o cualquier otra tarea imaginable. Algunos son de aluminio y tienen un tercer mando que gobierna una bola-rotula parecida a la de nuestro esqueleto en el hombro. Permite que no sean las manos del operario las que han de adoptar posturas especiales, sino que lo hace el tornillo, gracias a la rótula, y entonces las manos trabajan en la posicion de máxima comodidad. Los modelos más altos de la gama son tan caros que, un amigo que había recibido uno alemán de regalo, me llamó para ver si yo compartía sus temores de que estaban intentando sobornarlo. Me quedé pensando que se le podía añadir una utilidad más a las mil que ya le conocía a ese tipo de tornillo sofisticado.

En cuarto lugar, el taladro percutor, idealmente con baterías recargables reemplazables y con una unidad extra. Esta última puede estar recargándose mientras se trabaja con la primera, se evitan las molestas paradas para recargar. Si se añade velocidad regulable con control electrónico y un herraje especial para sujetarlo verticalmente encima de la mesa, podemos dar lugar a un regalo autenticamente imponente. Es un regalo tan evidente, que el único riesgo es que alguien se nos haya adelantado en hacerlo.