El uso de la bomba de calor para calefacción se enfrenta en lugares muy fríos al problema de que el rendimiento obtenido por cada moneda que pagamos de electricidad disminuye proporcionalmente al frío que hace fuera de la vivienda.
En Escandinavia o Canadá, por ejemplo, son frecuentes temperaturas de 10 a 20 grados bajo cero. El evaporador de una bomba de calor será poco eficiente colocado en el tejado de nuestra vivienda o nave industrial.
Excavando sólo un par de metros, se consiguen temperaturas de varios grados centígrados positivos. Fabricando evaporadores especiales que pueden ser enterrados en el suelo se consigue multiplicar por varias veces el rendimiento de nuestro dinero.
Para expresarlo de una manera intuitiva, podríamos decir que estamos sacando calor del centro de la tierra y metiéndolo dentro de nuestra casa. En Escandinavia hay cientos de miles de unidades en funcionamiento.
La industria minera acostumbra a usar el baremo de que la temperatura aumenta un grado centígrado por cada 33 metros de profundidad. Una perforación petrolera, a poco más de 2.000 metros se enfrenta a temperaturas que harían hervir el agua. Excavando dos metros sólo nos llevamos una pequeña fracción de ese calor, pero el ahorro de dinero en nuestra calefacción por bomba de calor ya es espectacular.